Cuesta penetrar la circularidad de un texto en el que esplenden vida y pensamiento en alianza inextricable: ¡danza!
En este texto, la palabra -que alcanza modulaciones de gran sutileza especulativa sin abandonar su carnadura y singularidad- reconoce su génesis profunda en la emoción creadora y nos reconduce, al leerla, a esa experiencia de unidad y síntesis que es la emoción misma.
Advertimos en la joya singularísima del libro que nos ofrece un recorrido de emoción-palabra-descubrimiento-perplejidad que siempre retorna al cauce fecundo de la creación -mar en plena metamorfosis!